Yo había visto a Israel en el mapa, pero me impresionó lo pequeño que es. Estuvimos en Tel Aviv, Jerusalén, Nazaret, en kibutzim, la Galilea, el Mar Muerto, en incluso en Belén en la Autoridad Palestina. Yad Vashem me pegó emocionalmente, y también cuando sembramos un árbol en el Bosque Simón Bolívar.
Lo que más sorprendió fue cómo una sociedad que está permanentemente asediada puede funcionar con una vida normal. Segundo, que hay mucha seguridad, pero uno no la ve; en esos días sucedió lo de Gaza, pero todo siguió funcionando como si no estuviese pasando nada. Tercero: la juventud de Israel, que es alegre, disfruta de la vida; es una juventud motivada e identificada con su país y su defensa. Y no puedo dejar de mencionar que viajar con el humorista Laureano Márquez, quien además es politólogo y una persona muy culta y divertida, aportó mucho a este viaje.
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La tecnología agrícola. Nunca pensé que un desierto pudiera sembrarse como si estuvieras aquí en el trópico. Que hayan logrado desarrollar eso me impresionó muchísimo.
También me llamó la atención la sencillez, La humildad de la gente, Incluso de la que tiene un alto nivel académico. La gente es muy amable; yo la imaginaba agria, Por tantos problemas que hay en esa zona. Yo regresé comprometido a convertirme en un difusor justo, necesario y oportuno sobre Israel.
Este viaje marcó un antes y un después en mi vida, En todos los órdenes, Porque “Ojos que no ven corazón que no siente”. La experiencia de Israel es eminentemente sensibilizadora, Es un gran descubrimiento. Israel es para mí un gran mensaje de esperanza, De palabra comprometida y cumplida. Regresé con mucha curiosidad por encontrarle explicación histórica, Religiosa, Política y Social. Nunca imaginé que Israel tuviera tanta capacidad de convivencia en la diversidad. Fui a Israel sensibilizado por lo que considero la principal carencia en la Venezuela de hoy,Que es la falta de credibilidad en la palabra, La escasez de confianza. Israel es un contundente testimonio de compromiso, Que además invalida cualquier argumento o excusa ante las limitaciones. Es una demostración de desarrollo desde la nada. Sentí, más que ver y escuchar o porque me lo dijeran, que es un país donde el gran vaso comunicante es la pertenencia a una tierra y una nacionalidad, Apalancada en el logro a través del esfuerzo y la capacitación. Se siente que en el ideario del israelí, Hasta en el más humilde, Está la convicción de que la mejor capacitación posible es el verdadero motivo de orgullo, El verdadero desarrollo personal y colectivo. Otra experiencia muy sentida fue encontrarme con israelíes, que acaban de llegar de Venezuela. Este viaje también, me ha hecho repensar el tema de la migración; Esas cifras que nos alarman sobre los venezolanos que se han ido, Que hacen que tengamos esa mortificante sensación de desalojo, De despedida, de vacío y ausencia, Esas cifras tienen corazón, Tienen una historia vinculada al país. Principales países de habla hispana que tienen relaciones con Israel,no requieren visa para entrar al país.
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